Por la Arq. Carla Levin Rabey
La Ley Nº 1023 de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires estableció: “Catalógase con
nivel de protección cautelar, en el Código de Planeamiento Urbano, el inmueble
denominado "Hijos del trabajo",
sito en San Antonio 814” (Boletín
Oficial de la C.A.B.A. Nro. 1710, p. 5-17, el 11/06/2013).
El
edificio desde el punto de vista de su arquitectura
El edificio
responde a la tipología de casa chorizo, con una fachada cuya ornamentación
encierra un simbólico mensaje dirigido a los iniciados en los principios
rectores de la masonería. Su nombre "Hijos
del Trabajo" está inscripto en grandes caracteres en el frontispicio,
y su puerta de entrada, de madera de dos hojas, contiene símbolos masónicos.
Los colores del paramento y de los elementos ornamentales de la fachada son
bastantes llamativos (colores muy saturados), a diferencia de la fachada
original. Esta tenía un revoque símil piedra de base amarillenta, según consta
en la "Planilla de obras a ejecutarse" que se presenta al
Departamento Municipal de Obras Públicas, en el mes de Marzo de 1919. Este
revoque tan particular, que fuera introducido en nuestro país por los
inmigrantes italianos, está formado por cal y/o cemento, arenas de diferente
granulometría y distintos minerales. La ornamentación de la fachada solía
trabajarse sobre la misma o mediante la incorporación de elementos pre
moldeados que se fijaban de acuerdo con el diseño de fachada proyectado.
Luego de
trasponer la puerta de entrada se accede al zaguán, y de él, al Salón de Recepción, cuyas ventanas clan
al frente del edificio. Entre el zaguán y el patio hay un hall carente de toda
ornamentación. El patio, totalmente despojado, es concebido como espacio de
circulación, de ventilación e iluminación de los ambientes interiores y no como
espacio de uso. A continuación del Templo, y con tres accesos por el patio, se
encuentra la Biblioteca "Federico Garrigós". Al fondo del terreno
están los servicios y una escalera de hierro que conduce a las habitaciones del
casero de la planta alta. Es una arquitectura de muros portantes, de masa, con
vanos adintelados de proporciones verticales. Los muros asentados en cal tienen
un espesor de 0,30 m, a excepción de un sector de la Biblioteca, los servicios
del fondo, y el frente donde se ensanchan a 0,45 m. La cubierta de la
Biblioteca es accesible y esta materializada con bovedillas de ladrillos y
perfiles T, con solado de baldosas. Las cubiertas del zaguán, de la Sala de
Recepción y del Templo son no accesibles de chapa cinc en su origen (hoy son de
fibrocemento ondulado), con bovedilla plana de ladrillos y estructura de
madera. Los cielorrasos son de yeso, suspendidos, de manera tal que se conforma
una cámara de aire superior.
Los pisos interiores de los ambientes principales son flotantes de machimbre de pinotea sobre vigas de madera, generando una cámara de aire inferior; los del zaguán están revestidos con cerámicas hexagonales con motivos ornamentales y guarda perimetral; en el segundo hall y en patio los solados son de baldosas calcáreas decoradas de 0.20 x 0.20 m y guarda perimetral. Todas las solías de la casa son de mármol blanco. Las puertas y ventanas del edificio son distintas, según la época en que se colocaron en el mismo. En todos los casos (a excepción de la puerta cancel y la que da al patio) los marcos con sus jambas, umbrale y dinteles son rectos y de madera, al igual que los contramarcos, los cuales presentan zócalos en la base. Todas las carpinterías se encuentran pintadas, salvo las del Templo que están lustradas. Se trata de una carcaza noble, donde los deterioros son producto de un noble envejecimiento por el paso natural del tiempo , y la falta de mantenimiento adecuado.
Los pisos interiores de los ambientes principales son flotantes de machimbre de pinotea sobre vigas de madera, generando una cámara de aire inferior; los del zaguán están revestidos con cerámicas hexagonales con motivos ornamentales y guarda perimetral; en el segundo hall y en patio los solados son de baldosas calcáreas decoradas de 0.20 x 0.20 m y guarda perimetral. Todas las solías de la casa son de mármol blanco. Las puertas y ventanas del edificio son distintas, según la época en que se colocaron en el mismo. En todos los casos (a excepción de la puerta cancel y la que da al patio) los marcos con sus jambas, umbrale y dinteles son rectos y de madera, al igual que los contramarcos, los cuales presentan zócalos en la base. Todas las carpinterías se encuentran pintadas, salvo las del Templo que están lustradas. Se trata de una carcaza noble, donde los deterioros son producto de un noble envejecimiento por el paso natural del tiempo , y la falta de mantenimiento adecuado.
Su Historia y su Mensaje
Un miembro de la Logia, según constan en Actas, “expuso conocer un terreno ubicado
en la calle San Antonio entre las calles Tres Esquinas y Sto. Domingo, cuyas
dimensiones son 10 varas de frente al Oeste por 48 de fondo al Este y su valor
en 1.300 pesos moneda curso legal, lo que recomendaba al criterio de los
Hermanos por su situación y cómodo en su valor: puesto a discusión si debía
obtenerse o no, después de un ligero debate paso a votación saliendo aprobado”.
Esto ocurre en el mes de Febrero de 1887, pero la compra se realiza el 20 de
Octubre de 1888. En 1898 se realiza el pago para la construcción de cloacas
afirmado de la calle San Antonio.
El día 22 de Junio de 1890 se consagra el Templo masónico, “ … en un lugar muy fuerte cubierto
e iluminado donde reina la luz, la Concordia y la Caridad bajo la Bóveda
Celeste en el Valle de Barracas calle San Antonio numero 814 … ”, “ … se reunieron los miembros de la
Augusta Logia “Hijos del Trabajo” a más de un gran número de señoras y
señoritas según los cuadros de presencias … ” Francisco Cabot (hijo), argentino, fue
el arquitecto y constructor del Templo. Nació el 06 de Marzo de 1871 y se
inicio en la Logia el 16 de Mayo de 1888. Falleció el 27 de Abril de 1936, con
el Grado masónico 30.
“Hijos del Trabajo” compra un
terreno con una casa tipo chorizo existente y en la primera etapa construye el
Templo en las habitaciones contiguas a la sala de recibo. Los trabajos de
pintura y decoración del Templo estuvieron a cargo de Francisco Prato y Claudio
Dive, siendo este último de nacionalidad francesa.
La arquitectura del Templo responde a la organización tipo de la Orden del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, aludiendo también al Templo de Jerusalén edificado por el rey Salomón. Es de plata rectangular y cada uno de sus lados se denomina Oriente, Occidente, Norte y Mediodía. El solado es de listones de pinotea, aunque lo normal es que sea de mosaicos blancos y negros. El cielorraso representa un cielo cuya luminosidad es más clara en Oriente, donde sal el sol y disminuye hacia Occidente, donde aparecen estrellas.
La arquitectura del Templo responde a la organización tipo de la Orden del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, aludiendo también al Templo de Jerusalén edificado por el rey Salomón. Es de plata rectangular y cada uno de sus lados se denomina Oriente, Occidente, Norte y Mediodía. El solado es de listones de pinotea, aunque lo normal es que sea de mosaicos blancos y negros. El cielorraso representa un cielo cuya luminosidad es más clara en Oriente, donde sal el sol y disminuye hacia Occidente, donde aparecen estrellas.
El Oriente es un estrado al que se sube por tres peldaños, y
en el cual se halla el trono del Venerable Maestro. En el lado opuesto y
flanqueando el acceso se encuentran dos columnas, que llevan por iniciales las
letras B y J en el fuste. El equipamiento se completa con mesas y asientos para
los demás miembros de la Logia, cuya ubicación corresponderá al grado que
posean en la misma, además de elementos simbólicos que caracterizan a la
francmasonería. Si bien los templos masónicos no tienen ventanas para evitar la
entrada d los errores y vicios del mundo profano, en “Hijos del Trabajo” hay
una puerta que da al segunda hall de la casa y tres ventanas, todas estas con
persianas exteriores y postigos interiores, resabio de la casa chorizo original.
Todo parece indicar que el terreno fue elegido no solo
por su precio conveniente, sino también porque su fachada da al oeste, y esto
permite la organización .de la planta del Templo, con su ingreso por Occidente
hacia el Oriente.
Otro elemento interesante es la pintura que decora sus
paredes. Filtraciones que previenen de la cubierta han lavado en sectores el
recubrimiento actual, dejando al descubierto el motivo original. Este consta de
motivos florares geométricos rojizos con un fondo en la gama de los azules de
gran calidad artística, siendo el color actual del Templo de un rojo intenso
con pequeños motivos ocres a manera de decoración, y cuya mano de obra, de
regular calidad, dista mucho del trabajo original.
Antes de la gran reforma arquitectónica del año 1919, se
realizan otros trabajos menores en la casa social. En la Memoria del Consejo de
Administración y Balance General presentado a la Asamblea del 2 de Junio de
1909, se menciona la necesidad de hacer pintar, blanquear, ampliar el alumbrado
y practicar algunas otras reformas indispensables en el local social y sus
dependencias, Las obras se concluyen en el periodo siguiente, mencionándose que
"Las decoraciones y reformas de todas las dependencias, la instalación de
luz y ventilación costaron en total $ rn/n 1.825,37.
Entre los meses de Diciembre de 1913 y Marzo de 1914 se
ejecutaron "obras de ensanche,
refacción y saneamiento del local social...”. El costo total de las
importantes obras ejecutadas asciende a $ min 5.841,94." Los trabajos
hacen hincapié en la refacción del sótano y en tareas de conservación del
Templo. En este último caso se hace mención expresa de trabajos de pintura en
el cielorraso, como así también de la puerta de calle. La ejecución de estas
obras correspondió al Sr. Bonfiglio Ciavaglia, miembro de la Logia, quien donó
sus honorarios. También se adquieren "muebles modernos que adornan ahora
nuestro local social, dándole su aspecto sólido e imponente." (Memoria y
Balance General, 10 de Junio de 1914). En el año 1919 se decide utilizar las habitaciones existentes
en el fondo para instalar allí la Biblioteca de la Logia. La Sociedad Masónica
"Hijos del Trabajo" designa a Cabot para la dirección técnica y
general de los nuevos trabajos en el edificio, asignándole un porcentaje
"corno justa compensación de sus trabajos y molestias", el cual se
corresponde con el 10 % del total, realizándose las obras por administración.
El Salón
de la Biblioteca, ricamente ornamentado, se destaca por la portada
"custodiada" por las dos cariátides, en cuyo friso se lee en letras
doradas el nombre de "Federico
Garrigós". Ya en 1919 habla una voluntad de jerarquizar el salón de
lectura, mucho tiempo antes de que pase a ser Biblioteca Popular, lo cual
ocurre en 1927. Sin embargo es muy común que cuando los italianos fundaban sus
logias en el país (con marcada presencia de miembros de esa nacionalidad en
"Hijos del Trabajo"), también organizasen una sociedad civil y una
biblioteca. De ahí que todo lo que se haga en el edificio tenga valor
"fundacional". Es también el mismo arquitecto el que proyecta el
nuevo frente del edificio, presentándolo a consideración de los miembros de la
Logia el 8 de Enero de 1919.
El nuevo
frente de "estilo egipcio",
responde a la voluntad de los miembros de dotar al edificio de una fachada con
características de Templo Masónico.
Los usos y costumbres de la Masonería han tenido una afinidad muy similar a los
usos y costumbres practicados por los antiguos egipcios. Sus filósofos no
exponían sus misterios a las miradas profanas y ocultaban sus sistemas de
enseñanza con signos y figuras jeroglíficas. Estos eran comunicados solamente a
sus Grandes Sacerdotes o Magos, quienes estaban obligados a ocultarlos bajo
solemne juramento.
La presentación
del plano ante la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires es del mismo mes
de Marzo y hacia fines de ese mes se hace el pedido de traslado del medidor del
interior al frente exterior del edificio a la Compañia Alemana Transatlántica
de Electricidad. Se ponen en venta los materiales usados, Producto de la
demolición, como 3 puertas con sus postigos (se entiende de las habitaciones
del fondo, ahora Biblioteca y con nuevas carpinterías), 2 celosías, 2 rejas y 2
ventanas, todas del antiguo Frente existente. Lo arrojado por las ventas se
destinó al fomento de la Biblioteca. También se menciona en la documentación,
la existencia de dos balcones que se destinan a la venta y que se deduce, se
hallaban en el frente exterior del edificio.
Hacia Julio de 1919 se amplía los trabajos de refacciones en la
casa social. El arquitecto Francisco Cabot encuentra necesario realizar un
nuevo contrapiso de concreto en la Sala de pasos perdidos y un nuevo revoque
del muro medianero en la parte exterior del Templo, "cuya obra es de suma
necesidad a fin de evitar los efectos desastrosos de la humedad, que se
evidencian en el interior del salón". Además, trabajos de pintura y
decorado en la Sala de pasos perdidos o Sala de Recepción y en el zaguán. El
Sr. Victor Sfriso fue quien realizó los trabajos de carpintería en las obras de
embellecimiento del Salón de recepción. La ornamentación de la sala tiene como
motivo recurrente rosas, guirnaldas y jarrones. En lo que respecta al zaguán,
se lo jerarquiza por ser el acceso a la institución. Se revisten sus paredes
con cerámicas esmaltadas hasta la altura de 1,675 m con motivos Art Nouveau, de
moda en esa época, y al cielorraso de yeso se le colocan molduras. El costo
total de los importantes trabajos realizados fue de $ 20.921,15 c/l. Distinto es el caso del
segundo vestíbulo, que el plano municipal lo señala como existente, y que sin
recibir ningún tratamiento denota la sencilla casa original. Es evidente que
todos los esfuerzos económicos se pusieran en el zaguán, en el Salón de
Recepción y en el Templo, no sólo por ser la sede social, sino porque era muy
común tener como visitantes a miembros de otras logias. En la Memoria y Balance
General del 30 de Junio de 1936, se hace referencia a los trabajos de
Conservación del Edificio Social, estableciendo lo siguiente "En virtud de
los deterioros ocasionados por la acción del tiempo, fue menester efectuar en
el edificio social las reparaciones necesarias, habiéndose cambiado totalmente
el techo de cinc en toda la extensión del salón de actos, como asimismo
efectuar arreglos de albañilería y pintura general.
Estos trabajos nos han insumido la suma de 5
1,370,09rn/n". Virginio
Ciavaglia, hijo de Bonfiglio Ciavaglia quien realizara trabajos de
mantenimiento anteriores en el edificio, es el miembro de la Logia que ejecuta
la nueva cámara de reflexiones en el sótano del edilicio, y los trabajos de
pintura en el patio y de todas las carpinterías exteriores de la casa social.
Junto con el -hermano" Marischi cambia la instalación eléctrica del
sótano. El hallazgo de un Presupuesto fechado el 12 de Septiembre de 1936,
firmado por E. Cornudet, escultor y decorador, puede dar una luz sobre la
última intervención de importancia en el edificio. Se hace mención a la
realización de arreglos de la yesería de los cielorrasos y esculturas del Gran
Salón (es decir, del Templo) y de la Sala del Frente (Sala de Recepción).
Si bien
no se mencionan trabajos de pintura en las paredes del Templo, un apunte al
dorso del presupuesto, hace referencia a los "arreglos paredes". Todo
indica que debido a importantes filtraciones provenientes de la cubierta del
Templo, el revestimiento de dicho espacio haya tenido un importante nivel de
deterioro. Es así como el Templo Masónico cambia su coloración original; pero
nuevos deterioros lavaron sectores del paramento norte y nos enseñan como trabajaron
los artistas originales. El significado de la arquitectura es un significado
cultural, por lo que en su lectura, a más de las intenciones del arquitecto y
la carga cultural de su propio ambiente, encontramos cada vez el espesor que la
historia ha ido agregando, con lo que el primitivo significado se ha
transformado, ha sufrido olvidos, ha adquirido nuevas memorias, despierta
resonancias y inéditas y cambiantes.
Acerca de la razón de conservarse el monumento
"Hijos del
trabajo" conserva
intacto su significado, misterioso para muchos, aleccionador para otros. Si
bien esta logia ya no existe, el edificio es coherente con dignidad histórica,
la cual mucho tiene que ver con Barracas. Sobre todo con el barrio de Barracas
laborioso y fabril, con el barrio de las casitas modestas levantadas por
inmigrantes en su mayoría italianos, que se establecían en su lugar de trabajo.
Esta
logia
masónica nunca intentó ocultarse, y así lo demuestran los grandes caracteres
con que está plasmado su nombre en el frente; pero como toda sociedad
iniciática su secreto consistió en reservar el conocimiento de los ritos y
ceremonias a los iniciados, porque se trataba de un método de perfeccionamiento
espiritual. "Hijos del Trabajo" fue para muchos vecinos de Barracas
una de las más tradicionales agrupaciones vecinales; noción laboriosa de raíz
itálica, con la excepción de las manzanas donde se alinean los galpones,
avanzada de una industria que ha reemplazado a la antigua imagen vecinal.
"Hijos del Trabajo" es un edificio de valor histórico,
cultural y arquitectónico. En el primer caso porque fue uno de los escenarios
del devenir histórico de Barracas y su imagen es generadora de identidad
barrial, destacándose el papel desempeñado por su Biblioteca. Tiene valor
arquitectónico ya que cualifica el espacio urbano y lo jerarquiza. Se trata de
una pieza irrepetible que añade a su valor intrínseco, el de servir de
testimonio histórico para la ciudad. (1)
Finalmente, es
de esperar, que en la valoración que se haga de este edificio se verifiquen los
postulados masónicos de " lograr una evolución dinámica del hombre y del
mundo sin menoscabar las tradiciones, la experiencia y los ritos del pasado, y
olvidar las pasiones y los intereses materiales para alcanzar la serenidad del
juicio y de acción, tan necesaria en los momentos decisivos de toda labor
humana". Que el reconocimiento de un edificio sirva para salvar Barracas,
y como alguna vez lo expresara en el diario La Nación Ilda Bardot, "Barracas, el de los amores trágicos
(reales y de ficción), el de las fábricas quebradas, el de los pasajes
minúsculos y homogéneos en su fisonomía anacrónica, el de los paseos mágicos
que remedan viejos patios de tango, es - aseguran los que saben- un nudo
histórico cultural que testimonia con su propia gestación y metamorfosis la
vida de Buenos Aires.”
Arq. Carla Levin Rabey
(2)
Agradecimiento: A la señora Olga Vitali,
que prestó su apoyo incondicional en la reconstrucción histórica de la Logia,
del edificio y su contexto.
Notas:
(1) Con posterioridad a este
trabajo se logró la incorporación del edificio al Catálogo de Protección
Arquitectónica de la Ciudad mediante Ley 1023 publicada en el BOCBA el
11/06/2003 y más adelante se llevó a cabo un trabajo de restauración con
aportes de la Corporación Puerto Madero. Actualmente forma parte, anualmente,
del circuito de La Noche de los Museos.
(2) La Arq. Carla levín Rabey
tuvo una destacada actuación personal y profesional que posibilitó la sanción
de la Ley 1023, por lo que la R.L. Hijos del Trabajo guarda para ella su más
profundo reconocimiento.
Bibliografia:
Eduardo F. Maestripieri, En la Boca del Riachuelo, Diciembre de 1989.
Enrique H. Puccia, Barracas en la Historia y en la tradición, Cuadernos de Buenos Aires, Editorial Planeta.
Aslan, Joselevich, Novoa, Saiegh, Santaló, Inventario de Patrimonio Urbano, Barracas 1872-1970, Secretaria de Investigación y Posgrado FADU, UBA, 1989.
Documentos
de archivo: Sociedad Masónica
"Hijos del trabajo", Actas
Masónicas, Actas Civiles, Copiadores de correspondencia, 1882 - 1983.